lunes, 1 de noviembre de 2010

schwarzenegger: La carrera en California destroza mitos de campaña

La sucesión de Arnold Schwarzenegger -alias "Governator"- en la conducción de los destinos de California está destrozando buena parte de los mitos que rodean las elecciones de mañana en este país, en las que la renovación de bancas legislativas y de puestos de gobernador prenuncia un duro castigo para Barack Obama.
En el nivel nacional, las últimas encuestas insisten en señalar una fuerte ventaja republicana. El 52% de los electores afirma que votará en ese sentido, mientras que el 42% dice que lo hará por los demócratas, de acuerdo con un estudio de la cadena CNN.
"El otro bando sólo piensa en reiterar las políticas que nos trajeron a esta recesión que nos agobia", clamó Obama en un último spot de campaña. Los republicanos contestan con la euforia de Sarah Palin. "No permitamos que esta gente siga destruyendo el país, nuestro trabajo y nuestros ahorros", vociferó la ex candidata a la vicepresidencia y bastonera número uno de la campaña.
Con todo, en las últimas horas, la estructura del Partido Republicano insiste en morigerar el tono. Con cautela empieza a ensayar un discurso de éxito, aun en la eventualidad de que no consiga el control de las dos cámaras. "Si no sacamos los 39 representantes que necesitamos, tener 37 igual sería un éxito", dijo ayer el presidente del partido, Michael Steele. Otro tanto dicen del Senado. "No preveo que logremos el control de la Cámara alta", disparó el senador republicano por Texas John Cornyn.
Los norteamericanos votan mañana para renovar los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 37 de los 100 senadores y 37 gobernaciones, así como cargos estatales y locales. Y es curioso comprobar cómo, en algunos distritos, la contienda es capaz de poner a prueba los mitos más fuertes del proceso.
Eso ocurre, por ejemplo, en California, la tierra en la que ya se cuentan las horas finales de Schwarzenegger como gobernador. El proceso electoral allí abre dudas, sobre todo, acerca de la tan mentada capacidad del dinero para comprar voluntades.
Que lo diga si no la principal aspirante a suceder a "Terminator". La republicana Meg Whitman puso más de 150 millones de dólares de su propio bolsillo para financiar la campaña que le permitió dar el salto del mundo empresarial al político, donde no tenía mayor experiencia.
Hoy, sin embargo, las encuestas la colocan 10 puntos por debajo del demócrata Jerry Brown, que tiene 49% de aprobación contra el 39% de la ex mujer fuerte de la empresa E-Bay.
Escándalo
Como eco del choque entre David y Goliat, lo que se cruzó en el camino de la hasta entonces imparable rubia fue su empleada doméstica, una morena llamada Nicky Díaz, inmigrante indocumentada de México, que trabajó durante años para Whitman, hasta que ésta decidió despedirla.
"Todo esto me lo montaron los demócratas", dijo Whitman. La candidata no pudo explicar, sin embargo, cómo pudo ignorar durante años que su ex empleada era indocumentada. "Me parte el corazón, pero tiene que ser deportada a México", dijo, públicamente.
El episodio generó iras en un amplio abanico de votantes: hispanos, liberales y conservadores reaccionaron con fastidio.
La campaña no está cerrada y la ex ejecutiva hacía anoche el esfuerzo final por entrar en el mundo de la política. Schwarzenegger, en tanto, se prepara para el adiós después de ocho años de gobierno en el estado más poblado del país, en el que la Constitución le impide presentarse más allá de los dos períodos consecutivos que ya ejerció.

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